Depresión y trastornos afectivos

Tratamientos psicoterapéuticos especializados 

En ocasiones aparecen sentimientos de tristeza, abatimiento, desmotivación, ligados a situaciones identificables como traumáticas, o por razones imprecisas. Algunas veces son consecuentes a las dificultades de adaptación ante etapas del desarrollo necesarias como los cambios que se producen en la  adolescencia, la paternidad - maternidad, la jubilación o el nido vacío...

Puede ocurrir además, que estos síntomas se vuelvan muy intensos o se cronifiquen llegando a ser diagnosticados como un trastorno depresivo mayor u otro trastorno del estado de ánimo, acompañados o no de síntomas ansiosos o somáticos.

La depresión es un trastorno afectivo, con decaimiento del estado del ánimo, que puede llevar en los casos graves a un gran sufrimiento emocional y un severo deterioro en todas las áreas de la persona (familiar, profesional, relacional,…). Los trastornos del estado del ánimo y la depresión son muy frecuentes en la sociedad occidental y son una de las principales causas de incapacidad en el mundo. 

En la depresión encontramos tanto una vulnerabilidad biológica, como una vulnerabilidad psico – relacional, por lo que se precisa atención psicoterapéutica especializada y en ocasiones tratamiento farmacológico.

En CBP Psicólogos ponemos a su disposición los medios profesionales y técnicos para superar la depresión.


Síntomas de la depresión

La sintomatología depresiva es idiosincrática, se identifican varios síntomas, algunos son más frecuentes que otros o más intensos en determinadas personas, cada caso nos muestra una depresión distinta.

Lo más frecuente es encontrar un estado del ánimo triste, con sentimientos de desesperanza y pesimismo, culpa e inutilidad. En cualquier situación surgen pensamientos negativos y se tiende a interpretar los hechos de forma catastrófica.

Estos pensamientos generan y potencian la ansiedad, síntoma que muy frecuentemente acompaña a la depresión.

Encontramos también falta de energía, fatigabilidad, motivación para las tareas, la sensación de bajo rendimiento, dificultades de concentración y atención, lo que dificulta de manera importante las actividades de la vida diaria.

Con frecuencia aparecen problemas en el sueño (insomnio e hipersomnia) disminución o aumento del apetito y disminución del deseo sexual.


En los casos más graves pueden darse ideas de muerte o suicidio.

En todos los casos de depresión observamos un gran sufrimiento e irascibilidad que dificulta la relación con los demás. Es muy frecuente que las personas con depresión no encuentren consuelo en nadie, las respuestas habituales de apoyo por parte del entorno familiar y amigos, son ineficaces para ayudar a la persona deprimida a salir de su estado de ánimo y se hace necesaria una consulta profesional.


Depresión. Tipos de Depresión

Existen varios tipos de depresión: en cada uno de ellos, la gravedad y el tipo de tratamiento son diferentes.

El Trastorno Depresivo Mayor se manifiesta por alguno o varios de los siguientes síntomas: estados del ánimo deprimidos la mayor parte del día, pérdida de placer o interés en casi todas las actividades, pérdida o aumento importante de peso o de apetito, insomnio o exceso deseo de dormir, lentitud o agitación física, fatiga, sentimientos de inutilidad o culpa excesivos, dificultad para concentrarse y pensamientos recurrentes de suicidio o muerte. Un episodio de depresión muy incapacitante puede ocurrir sólo una vez en la vida, pero también puede repetirse en el curso de la vida.
La Distimia

Estado de ánimo crónicamente depresivo la mayor parte del día de la mayoría de los días, manifestado por el sujeto u observado por los demás, durante al menos dos años, sin mejorías evidentes y duraderas durante ese periodo.
Presencia, de dos o más de los siguientes síntomas:

  1. Pérdida o aumento del apetito
  2. Insomnio o hipersomnia
  3. Falta de energía o fatiga
  4. Baja autoestima
  5. Dificultades para concentrarse o para tomar decisiones
  6. Sentimientos de desesperanza

Otros trastornos afectivos:


Trastorno bipolar.

Episodios reiterados (al menos dos) en los que el estado de ánimo y los niveles de actividad están profundamente alterados, de forma que en ocasiones la alteración consiste en una exaltación del estado de ánimo y un aumento de la vitalidad y del nivel de actividad (manía o hipomanía) y en otras, en una disminución del estado de ánimo y un descenso de la vitalidad y de la actividad (depresión). Lo característico es que se produzca una recuperación completa entre los episodios aislados.

Estos cambios ocurren de forma cíclica, pudiendo predominar los estados depresivos, maniacos o hipomaniacos según la persona.


TRATAMIENTO DE LOS TRASTORNOS DE LOS TRASTORNOS AFECTIVOS

En CBP Psicólogos utilizamos protocolos específicos para cada uno de estos trastornos.

Realizamos una evaluación individual o familiar del problema para llegar a un diagnóstico preciso y una indicación de tratamiento adaptada a la situación concreta del paciente.

Para más información sobre los tratamientos no dude en ponerse en contacto con nosotros.

 

 


 

Ansiedad y estrés

Tratamientos psicoterapéuticos especializados

Estrés - Relaciones Laborales Burn Out o Síndrome del quemado Mobbing o Acoso Laboral
 

Los factores que se han descrito como estresares principales, forman parte frecuentemente del entorno laboral:

  1. situaciones que fuerzan a procesar información rápidamente
  2. estímulos ambientales dañinos,
  3. percepciones de amenaza,
  4. alteración de las funciones fisiológicas
  5. aislamiento y confinamiento,
  6. bloqueos en nuestros intereses,
  7. presión grupal,
  8. frustración.

Hablamos de “Síndrome del quemado” o Burn – out, refiriéndonos a la presencia de una respuesta prolongada de estrés en el organismo ante los factores estresantes emocionales e interpersonales que se presentan en el trabajo, que conlleva fatiga crónica, ineficacia y negación de lo ocurrido.

Los excesivos niveles de exigencia se convierten en un hábito inconsciente e incluso socialmente valorado.

Encontramos consecuencias físicas y psicológicas graves que resulta necesario tratar de manera especializada.

El acoso psicológico laboral, conocido como mobbing (asediar, acosar, acorralar en grupo), es tanto la acción de una o varias personas, que lleva a producir miedo o terror en el trabajador afectado hacia su lugar de trabajo, como las consecuencias psicofisiológicas que produce en quien lo padece.

Se produce una violencia psicológica injustificada a través de comportamientos hostiles y negativos por parte de compañeros, subalternos o jefe, de forma sistemática y recurrente durante un tiempo prolongado, a lo largo de semanas, meses e incluso años, pudiendo darse en ocasiones “accidentes fortuitos”, y hasta agresiones físicas en los casos más graves. El fin perseguido suele ser el abandono del puesto de trabajo por parte del afectado.
Consecuencias psicológicas y laborales

  • Deterioro de la confianza en sí misma y en sus capacidades profesionales por parte de la víctima.
  • Desarrollo de la culpabilidad en la víctima (la propia familia suele cuestionar su comportamiento).
  • Somatización del conflicto: enfermedades físicas.
  • Insomnio, ansiedad, irritabilidad, hipervigilancia, fatiga, cambios de personalidad, depresión.
  • Inseguridad, torpeza, indecisión,
  • Conflictos con otras personas e incluso con pareja y familia.
  • Bajas laborales que el acosador suele aprovechar contra el trabajador
  • Aumento de la conflictividad con la pareja y familia.
  • Aumento de las enfermedades de los hijos y problemas escolares.
  • Retraimiento de la víctima con la familia y amigos.
  • Estigmatización social en los sectores de actividad laboral próximos

Se han descrito varias fases dentro del proceso que sufre quien ha padecido o padece mobbing:

En las primeras fases se produce una etapa de seducción de la víctima o su entorno próximo, tras la cual ocurre un conflicto con una mala resolución. Tras esto vendría el acoso moral propiamente dicho, en el que el acosador realiza un ataque psicológico sistemático sostenido en el tiempo directa o indirectamente.

La respuesta del entorno laboral y en especial de los superiores, así como la actuación de la empresa, será lo que determinará si el acoso puede ser resuelto o se perpetuará en el tiempo. Por último, aparece una etapa de marginación en la que el acosado es expulsado del mundo laboral, bien por despido, jubilación anticipada, bajas continuadas, etc.

En cualquier punto de este proceso, el mismo, puede ser interrumpido con una buena actuación de profesionales especializados y del propio interesado.

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